sábado, 29 de abril de 2017

Me llama a coquetear desde la ventana.
Me invita una cerveza porque quiere,
se sabe seductora irresistible,
conozco mis debilidades y ella es una.
Me atrapa que me quiera pero no,
que me hable pero luego calle,
Me desespera que no siempre me mire,
que me busque pero luego se pierda,

Me detengo y pienso en sus manos,
también en su piel y en su forma de amar,
conocer a alguien nunca es fácil,
con ella el sabor se siente distinto.

sábado, 22 de abril de 2017

Nosotros

Yo soñaba con un gol de Maradona. Con la alegría del pueblo en las calles, el carnaval durante todo el año, mis manos en una cintura. Soñaba que gritábamos y saltábamos, alegres como niños con un juguete nuevo. Estábamos todos juntos, sin diferencias una vez más, emocionados por coincidir en la vida, acaso el mayor regalo de los dioses. 
Yo soñaba que éramos, que reinaba el verdadero ubuntu. Así de la mano parecíamos la mejor balada de rock, fuerte con los mejores solos de guitarra. Yo soñaba con esa fiesta porque recordaba que había sido así. Que no había sido un invento ni una utopía. Yo lo soñaba porque podíamos. Lo hacía y reía, también se me caía una lágrima. La nostalgia del carnaval, me decía, es la peor. 
Yo sabía lo que soñaba. Y lo sabíamos juntos, ellas y ellos. No había de esos rencores ni tampoco las necesidades de perdones. Incluso parecía que no hablábamos de casi nada, solo disfrutábamos, solo trabajábamos. Solo hacíamos lo que teníamos que hacer, lo que estábamos llamados a hacer, lo que nos había reunido: Lo que nos hermanaba. 
Yo soñaba y lo decía. Y también lo cantaba porque era mejor que discutirlo. Lo planeábamos pero no sabíamos como construirlo, como se hacía para volverlo una realidad. Yo nos soñaba todos juntos, otra vez. 

A ella

Te extraño porque es lo que siento
Te extraño porque también estoy caminando
Te extraño porque tu recuerdo sopla en mi frente
Te extraño porque ando con ganas
Te extraño porque tú no me extrañas
Te extraño porque sería extraño no hacerlo

Te extraño porque las hojas caen en otoño
Te extraño porque se viene la soledad del invierno
Te extraño cuando sé que renace la primavera

Te extraño porque es una locura
Te extraño porque me estoy acostumbrando
Te extraño porque no sirvo para otra cosa
Te extraño porque te quiero
Te extraño porque ya voy sabiendo
que no entiendo lo cotidiano sino es extrañando.

viernes, 21 de abril de 2017

Graffiti XII

Yo venía en un colectivo de noche con doña Marta, una señora de mejillas rosadas que siempre andaba con varios ponchos encima. Ella hablaba de un nieto en Francia. Yo miraba por la ventana porque ya sabía la historia. Cerca de un cementerio lo vi. Lucía la novedad de estar recién pintado. Se me grabó en la mente y en las ganas de haber querido escribir algo así para ella:
Si algún día andas con el deseo de encontrarnos nuevamente, no te olvides que siempre tengo ganas de ser tu amigo. 

martes, 18 de abril de 2017

Graffiti XI

Volvía con la luna como compañía y un leve neblina de invierno en el horizonte. De no ser por la poca visibilidad que tenía delante mía quizás no lo hubiese visto. Solo se podían ver las paredes de las casas a mi derecha. La calle invitaba a un silencio del alma. 
Ahí, pequeño, en una casa que todavía reclamaba ser alquilada o vendida o liquidada, unas letras captaron mi atención:
Tengo atravesada una espina llena de excusas en el corazón.

domingo, 16 de abril de 2017

Te llueven las ganas de salir corriendo y decirle cada palabra linda que venga a tu cabeza. Es bueno pensarlo, mejor desearlo pero nada como hacerlo. No dudes más, no decidirte sería un pecado imperdonable para tu propia alma en el futuro. Si tenés que beber más vino para retener el valor que sentís que se te escurre en los dedos hacelo. No pienses más y hacelo de una vez.
Corré y sentí el viento. Gritale tus ganas. Ya no deberías estar callado porque la vida te invita a gozarla. 

martes, 28 de marzo de 2017

No decir y no entender

- Mira Ludmila, si te vas a dejar comer siempre por las sombras ya te volves responsable. Estamos hechos de sueños, no solo de olor a bosta.
Pero para ella había cosas que tenías sentido. Las frases que escuchaba de Rodrigo menos que menos. Él no la entendía pero tampoco sabía. No sabía porque ella no decía.
Crecieron juntos pero se alejaron demasiado.
Un día se volvieron a mirar y no se reconocieron.
No decir había sido muy caro, aunque quizás no lo lamentara. No entender era un pecado terrible que no merecía intento de solución.
A esa altura solo se encontraban en la piel pero no en el sudor.
La última vez que cenaron juntos hablaron de cosas menores sin cruzar sus miradas ni una vez.
Ya era tarde.
Estaba todo liquidado.
Si hubieran dicho y entendido...Si solo se hubiese animado.
Ahora venía el tiempo del olvido.

domingo, 26 de marzo de 2017

Graffiti X

José me lo enseñó una vez. Yo lo vi y me inundé de amargura. 
Cada uno lo leía y pensaba lo que quería.
Algunos pensaban los nombres de los involucrados.
Otros pensaban en un desenlace trágico. Yo era uno de ellos.
Pero otros imaginaban un final feliz: Dos enamorados reencontrados en la vida. 
Alguien había dicho que la historia no era cierta.
Lo cierto es que había muchas historias, pero solo unas pocas palabras. Y permanecían intactas ahí, cerca de la entrada al bosque, donde el viento de Miramar se hace más fuerte que nunca. Un lugar separado pero perfecto. 
Las palabras se lamentaban en el frente blanco de una casa abandonada:
No extraño tanto tus besos, sino tus mates.

Graffiti IX

Las palabras, dice un viejo sentado en la esquina de su casa, valen oro porque su poder es infinito. El viejo fuma de su pipa y continúa: Cada palabra que dice merece el respeto de quienes leen y de quienes se dejan enamorar. 
Debe ser por eso que en el barrio se respeta las palabras que se graban sobre la pared, con los aerosoles en las manos de los pibes nacidos en las calles. A veces denuncian, a veces lamentan. A veces se quejan, a veces divierten. 
Siempre hacen arte.
Entre los carteles en la pared que se respetan pasen lo que pasen, uno parece perdido de otro tiempo. Extraviado a una cuadra del potrero:
Algún día se acordarán que aquí estamos.

viernes, 24 de marzo de 2017

Graffiti VIII

Parece nuevo. Como escribo ayer mismo y todavía secándose en la blanca pared. Es uno de esos paredones que separa el descampado de la vereda. Algún vidrio para que nadie cruce. Y una invitación a una mujer que, lo más probable, nunca vea esas palabras. Quizás porque ni le interese. Dicen las letras:
No encuentro manera de llamar tu atención. No encuentro manera de que mires hacía mis ojos. Pero cuando quieras, te invito una cerveza.