El viento y el invierno piden un tiempo,
se hacen amigos y los observan,
se están matando en la cama,
se están atornillando en la piel.
Julio los envidia en el afuera, pero ni él ni ella se quieren despegar.
¿Podemos alejarnos de nuestra lucha por un rato?
Hacer el amor es nuestra revolución
Se van a tatuar ese momento para siempre,
sus retinas soldarán la mirada en el sudor.
Se odiarán con el tiempo, se extrañarán,
se olvidarán de los olores del otro,
quizás nunca de ese instante fugaz,
único
atemporal.
No somos de nadie, sino de momentos
le dice ella al oído.
Él no puede más que sonreir,
todavía tiene mil errores que cometer.
Van a llorar
y van a volver a compartir las sábanas,
el mate y el barrio.
Otra vez llorarán,
y lloverán,
los injustos,
los opresores,
los destructores,
los inmorales,
los tibios.
Y se irán separados por la lluvia,
sin bombones ni palabras al oído.
Se irán las canciones descuartizadas,
los budines,
las manos llenas de ternura,
los puños llenos de convicción.
Desaparecerán,
trasformarán,
convergirán,
lamentarán.
Volverán a caminar las calles
que nada igual tendrán
mas ahí mismo seguirán
esas caras y esas ollas vacías.
Seguirá ahí el pueblo, el mural,
las esperanza arruinada
la energía arrebatada y
la compañía del codo a codo.
Con el tiempo dibujarán
y reinventados estarán
en la calle ya saben
sus miradas no encuentran más.
Corazones rotos, manos atadas
la lucha llamará otra vez
en veredas opuestas quizás
perdidos en la memoria.
Pero siempre serán
lo que fueron aquella vez,
dos almas fundidas
en el instante compartido:
Recuerdo acalambrado
un te quiero sonrojado
hasta siempre,
Hasta la victoria.
domingo, 30 de julio de 2017
miércoles, 19 de julio de 2017
II
Frío
Frío en la habitación.
Silencio en el corazón,
una melodía triste,
una risa callada,
dos miradas cruzadas.
Preguntan por la justicia,
se responden en las mejillas,
se buscan,
acarician sus lágrimas,
sanan en cercanía,
callan.
Besan, se besan,
acumulan sudor,
lavan sus pieles,
debaten sobre el rencor,
la educación y la mujer,
dialogan, se escuchan,
se admiran.
Es ahora,
se duerme la helada,
despiertan acalorados,
en el espacio entre sus alientos,
viven y respiran,
mañana lo harán otra vez.
domingo, 2 de julio de 2017
I
La brisa invita a la calma,
el silencio acopla la soledad.
Se vuela el misterio de la lágrima
viene bajando y besa su mejilla.
Dime chinita cabello de trigo:
¿Por qué no has sido feliz hoy?
el silencio acopla la soledad.
Se vuela el misterio de la lágrima
viene bajando y besa su mejilla.
Dime chinita cabello de trigo:
¿Por qué no has sido feliz hoy?
jueves, 15 de junio de 2017
Eran ellos
Eran los dos y el sudor en sus miradas.
Se miraba y se amaban. Se deseaban en secreto pero ambos ya sospechaban.
Desnudos en la cama solo se miraban.
Volvían a desnudarse para desarmarse, para estrujarse sobre las sábanas y los gemidos de ella.
Él se aguantaba las ganas de explotar, el momento las ganas de terminarse.
Y se atornillaban en el cuerpo que tenían enfrente para apaciguar los meses que habían pasado.
Se movían.
Chillaban.
Y se abrazaban.
Después se callaron. Se admiraron en secreto. Se durmieron, se despertaron, se besaron.
Se volvieron a comer.
Se hicieron salvajes.
Se abrazaron.
Y todo giraba a su alrededor.
sábado, 3 de junio de 2017
Graffiti XV
Cuentan en el pueblo que el viejo Rafael tuvo una vida llena de aventuras y amargura. Porque anécdotas siempre terminaban con una pequeña mueca en su cara, un gesto de nostalgia con la mirada perdida en el horizonte. Cuentan que de vez en cuando decía un nombre en el medio de sus relatos autobiográficos. Una mujer, quizás de su misma edad, a la que solía nombrar de diferentes maneras pero siempre describía igual: Mirada profunda, pelos al viento, temperamento de huracán, convicciones de hierro.
Nadie entendía qué significaba eso pero así lo relataba él. Nadie sabía sobre aquella misteriosa mujer que aparecía en los relatos de este viejo testarudo. Nadie tampoco sabía si la mujer incluso había existido de verdad.
Lo que sí se sabía es que nunca se había marchado de ese pueblo, que su ropa cada vez estaba más sucia y que sus últimos días los pasó con más amargura y enojo que nunca. Y también se sabía, porque todo los pueblerinos lo sabían, que pasaba algunas tardes dando vuelta por las cuadras buscando algún hueco en la pared para dejar alguna frase con una tinta vieja.
Los niños del pueblo sabían esas frases de memoria. En especial una que apareció en una pared en la terminal. Inmortal, decía:
Tanta bronca da no poder viajar hacia atrás.
sábado, 27 de mayo de 2017
Graffiti XIV
En el partido de San Fernando hay una línea de colectivo local. Es de esas que solo transitan las calles de una ciudad, con choferes que saludan a todo el mundo y que a veces dejan a los pasajeros en la esquina que lo soliciten. Algunas mañanas el ritmo del 710 es lento, vago, como si invitara a disfrutar de los adoquines de la calle Belgrano en un viaje a la nostalgia y al barrio.
Yo viajaba en uno esa mañana de julio. Iba sentado en los asientos del fondo, pensando en la nada prestando atención a todo. Incluso a lo que nunca prestaba. En una casa abandonada, que alguna vez lució frente blanco y ventanas con rejas azules, las letras decían:
Despiértenme cuando el invierno se calle la boca.
miércoles, 24 de mayo de 2017
El día de la Marmota I
Estos días en donde todo el mundo come palta y sube fotos a instagram, donde parece que la cerveza artesanal se consume como nunca y las zapatillas que antes eran las más raras hoy son el último grito de la moda, pienso en escribir una de las frases más bonitas que pueda escribir. Pero pienso que más fácil sería subir a la nube una de Mario Benedetti o Eduardo Galeano, que hoy se cruzan con letras de Bucay, Rolón y canciones de las pastillas del abuelo.
Son estos días donde todo parece que es lo mismo a todo. Las caras se multiplican como sin rostro en las calles, inundadas por la lluvia y el otoño, escala de grises moviéndose por las veredas. Suena la misma música hace años y cuando vuelve una vieja banda de rock se ponen de la cabeza por esos temas que no escuchan nunca en sus casas.
Son esos días que la poesía no tiene sentido, que las artes se ausentan del show de la televisión y los moralistas abundan por doquier pensando en qué andará haciendo tal o tal. Días que dan ganas de cargar la mochila y viajar por los continentes aunque todos hagan lo mismo.
Se repiten los días y se caen las semanas. Los meses pasan en cámara lenta. Y acá estamos, viviendo el día de la marmota sin darnos cuenta.
martes, 16 de mayo de 2017
Florece un despertar en pleno otoño,
parece una ironía del universo,
lleno de hojas secas y hierba quemada,
el día se despide de la noche,
y miro para el frente buscando el destino
que se alza tras la montaña llamada mañana.
El viento sopla con certeza,
hace crujir algunas ramas
y clama en la tarde naranja
¿por qué se te ocurre volver a buscarme?
sábado, 6 de mayo de 2017
Yo I
Llegué al mundo una tarde de jueves. Era 1989, el mundo todavía hablaba de cortina de hierro y se moría la década con la música y cultura más referenciada de todos los tiempos. Quizás por eso mi generación se sintió la última especial.
Nací en mayo, el día cuatro. Años más tarde descubriría que ese día se dedica a Star Wars, cabecera de una lista especial con las películas más amadas y vistas en todos estos años. ¿Casualidad? Seguramente. Pero no dejo de mencionarlo nunca. También es una haber nacido en mayo, como el de 1810 o como el francés. Mayo es mes de otoño, de hojas que se caen, de colores opacos, de cierta melancolía que flota en el aire. Podría ser una descripción mía sin dudas. Pero no toda melancolía es tristeza. También la hay con una sonrisa, con la satisfacción de haber vivido algo. ¿Será por eso que tiendo a escribirlo todo?
Para los creyentes en horóscopos mi personalidad va de la mano con la de los Tauro, el toro que según la mitología griega no era más que Zeus intentando seducir a la princesa Europa y que da nombre a la constelación. A mí mucho no me importa. Me han dicho obstinado y cabeza dura. Yo prefiero llamarme Bielsista: Muero siempre en la mía. Para un amigo amante de la astronomía el sol ahora brilla un poco después en esta constelación por lo que no debería ser de este signo. Sea como sea, creyente o no, en la constelación de los tercos brilla una de las estrellas más espectaculares del firmamento: Aldebarán. Algo debe significar.
Mayo también ha sido el recuerdo siempre de la infancia. Y claro, infancia es patria. Ahí, como aguas danzantes, está la bicicleta de chico, el ovejero alemán llamado Duque y la imagen de mi abuelo leyendo el diario mientras nosotros jugábamos por ahí, en el viejo patio inventando aventuras cruciales y fugaces. Hoy esa danza de aguas, la patria, es el empedrado de mi barrio, los debates en mi casa, los mates bien amargos y las milanesas de mi madre.
sábado, 29 de abril de 2017
Me llama a coquetear desde la ventana.
Me invita una cerveza porque quiere,
se sabe seductora irresistible,
conozco mis debilidades y ella es una.
Me atrapa que me quiera pero no,
que me hable pero luego calle,
Me desespera que no siempre me mire,
que me busque pero luego se pierda,
Me detengo y pienso en sus manos,
también en su piel y en su forma de amar,
conocer a alguien nunca es fácil,
con ella el sabor se siente distinto.
Me invita una cerveza porque quiere,
se sabe seductora irresistible,
conozco mis debilidades y ella es una.
Me atrapa que me quiera pero no,
que me hable pero luego calle,
Me desespera que no siempre me mire,
que me busque pero luego se pierda,
Me detengo y pienso en sus manos,
también en su piel y en su forma de amar,
conocer a alguien nunca es fácil,
con ella el sabor se siente distinto.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)