Te suelto la mano

Te suelto la mano, con dolor y de manera brusca. No quedó otro camino. Perdí, lloré y sufrí. No puedo alimentar las ganas de un corazón que no sabe qué más hacer. Te amé y te amo para siempre. Le pido a Dios que todo el dolor sea mio y no tuyo.

Te suelto la mano porque creo que a donde voy, tu no podrás venir. Y creo que lo mejor es que puedas sanar. Te suelto la mano porque te fallé y te lastimé. Y en la arena de mi ser tu pena no se pudo desvanecer. Te suelto la mano porque el tiempo no vuelve atrás.  

Te suelto la mano porque una cruz hay que cargar. Te suelto la mano y ojalá recuerdes, en el futuro, que miro las mismas estrellas que tú.

Caminos

Tengo dos caminos, conozco dos caminos:

Uno es hermoso, delicado, pasional, excitante y me vuelve loco. El otro es complicado, pero lo difícil vale y mi corazón tira por ahí.

Quiero ambos caminos pero dicen que no puedo. Quiero transitarlos pero ¿Jamás se cruzarán?

No quiero elegir o no puedo elegir. Quizás no deba elegir...

Cuestión, son dos caminos. Uno sí, otro no.

¿Cuál?

Sonrisa

Amo tu sonrisa, imperfecta, perfecta, eterna y efímera. Amo que sonrías, y amo que lo hagas seguido, porque es saber que hay cosas que valen la pena.
Amo tu sonrisa de justicia, de lucha y de protesta. De querer cambiar el mundo.

Amo tu sonrisa, amor que sonrías. Amo que lo hagas conmigo.
Amo tus sonrisas para mi. Y amo tus besos, tus abrazos, tus caricias, tus palabras, tus retos, tus susurros, tus secretos y tus cantos. Amo tus manos y tu paz.

Amo que sientas ganas de sonreir. Amaría ser el responsable de tus risas.
Amo tus risas a carcajadas o que llores de la risa. Amo que tengas ganas de verme solo para poder sacar una sonrisa.

Amo que me provoques, con tu sonrisa maliciosa. Que me pelees con tu sonrisa ganadora. Que me celes, con tu sonrisa vergonzosa.
Amo que seas perfecta para mí, con tu sonrisa caprichosa que compra todo en mi.

Amo tus sonrisa que es todo para mí.