martes, 7 de agosto de 2018

Verde

Se sacó un collar
de cuentas,
hilo encerado y
madero con carne
del mártir judío,
amasado en el
altar de viejos
sinvergüenzas;
lo hizo un bollo
para arrojarlo
por las pibas
un grito de furia
también de
liberación,
liberación como aquella
del mártir judío
el hijo de madre;
lo arrojó
porque ya
lo sabía
y lo ya lo conocía
pero nunca lo había visto
en los templos
o en los salones,
sí en las banderas
y sí en las calles;
por eso lo arrojó
lejos lo tiró
porque se lo imaginó
en realidad lo vio

lo vio
y dijo fuera
de los úteros
viva un dios abortero.