viernes, 18 de noviembre de 2016

Tantos años después, compañero

Nos fuimos encontrando tantos años después
querido compañero de barrio y carnaval.
Los años nos moldearon inquietos y pacientes,
coloreando el sabor de la derrota y la injusticia.
Nos abrazamos en el frente de la marcha,
al paso del silencio del reclamo.
Las manos menos callosas que antes,
la mente más cultivada que en ese entonces.
Las huellas de las ollas y los guisos,
de las visitas por los pueblos y el mate bien amargo.
Puerta a puerta, queríamos llamar e invitar,
el clamor de los niños nos hacía llorar.
Tantos años pasaron compañero,
nos hicimos amigo y enemigo, respeto y olvido.
El grito siempre está al pie del cañón,
allí estuvimos para responder otra vez.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Ellos dos

Él le dijo que no podía arriesgar,
ella solo quería tejer y pintar.
¿Para qué vamos a hablar si sabemos
que nos volveremos a encontrar?

Ella lloraba siempre a la noche,
él pensaba en ponerse a escribir,
quizás una duda a la luna:
¿Se puede acompañar si se quiere sanar?

Y ellos estaban otra vez ahí,
en la niebla de los besos que amagaban,
callados en sus ojos y en su alma
diciendo qué otra cosa podemos hacer mañana.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Gustar

Me gusta cuando no te das cuenta que te gusto,
cuando abrazas el cielo con tu pelo,
cuando enciendes la sonrisa en la luna
y yo me cruzo por el río a tu cintura.
Me gusta tu pañuelo y esa zamba,
el murmullo de los grillos en la calma
y el rocío en tu piel que me atrae
cual niño mientras bailas en la nada.
Me gusta que no me digas nunca,
que a veces olvides mi nombre,
sobre todo me gusta que te burles
y aflore la timidez de mi instante.
Me gusta que tu espalda sea horizonte,
que en acuarelas me imagine tus labios,
y aunque no pase de eso ni con tiempo,
no dejará de gustarme que me estés mirando.