jueves, 22 de noviembre de 2018

La despedida

Y te aplasté
con tantas ganas
te aplasté,
te estrujé
contra el piso
con mi rencor,
mi orgullo
toda mi forma de ser
y unas cuantas cartas
que todavía guardaba.
Te sentí explotar,
bajo mi piel,
juro que te lloré
oh dios cuánto lloré,
por rabia
por rechazo
por el grito del alma
y por todo el asco.
Te despedí
cuando crujiste
en las tripas
y en los recuerdos,
íntimos y cortos,
negros y blancos,
llenos de basura,
de tanta mierda,
mierda cómo te
gustaba la mierda.
Y disfruté,
me alegré
por tu cabeza
poder explotar,
por saber dejarte atrás,
a pesar, lo se,
de algún recuerdo
vivito en mi suela,
todavía arrastrar.
Y canté,
aliviado canté,
cual Cortázar
y un poema que una vez leí,
o tal vez estaba leyendo
cuando apareciste,
volando
o arrastrándote
ya no recuerdo
pero apareciste
y cambiaste todo,
mi presente y mi voz,

maldita cucaracha.

martes, 20 de noviembre de 2018

Arena

Fueron unos años hermosos:
nos amamos, nos besamos,
nos soñamos
y nos hicimos puré en la cama.
Cuando pensamos en repetir
nos dimos cuenta
una y otra vez
que la arena había besado el fin.

domingo, 18 de noviembre de 2018

Le dicen ahijada y
no sé que significa.
Le dicen padrino
y me parece muy grande.
Caminar a la par,
no acelerar,
no saltar por dos,
esperar,
ser paciente,
tomar mate,
escuchar,
cambiar la yerba
y volver a escuchar.
Debe ser algo así,
esta vez sí.
Artesano del diálogo,
cosechero de la elección,
cuánta emoción
brinda en esa estación.
Hay que poner la pava
porque ya se viene ella,
hay que hacerlo bien:
Padrino no es cualquier cosa.