domingo, 19 de junio de 2016

Hoy

Me regalaste un caramelo en la mañana y nos prometimos más de una madrugada. 
Me pintaste la cara con esa sonrisa, me gambeteaste con cada caricia en el pelo, 
redujiste todas mis mañas, mis artilugios, en cuestión de segundos. 
Me ridiculizaste cuando me sonrojé por tu tímida mirada la primera vez que hicimos el amor. 
Pensaba cerrar el día diciendo que había vuelto a creer.
Pero cualquier palabra ya salió antes de tu boca. 
Todavía me resisto a pensar que ya descubrí el arco iris. 
Que el tesoro es tu piel. Que la lluvia sabe mejor en tu aroma.
Me resisto porque eso me sabe a final y contigo es recién el comienzo.
Contigo es canción el otoño.
Contigo me derrito en el vino.
Y no niego un miedo en la niebla, una tempestad de lo que pasó, un secreto en nuestras voces, la cálida sensación de la debilidad. 
De la maldita debilidad que me hace necesitarse cuando apenas te tengo.
Que me hace quererte cuando apenas te conozco,
y me hace desearte cuando ya te extraño.

miércoles, 8 de junio de 2016

El tipo que no entendía nada

Hoy pensé en levantar el tubo y llamarte pero me estaba olvidando que tu teléfono conmigo anda mal.
Pensé en llamarte a los gritos, desesperado pero cuando no se puede, no se entra en los oídos.
Pensaba también en dedicarte una canción, escribirte los versos más lindos que pudieran salir de mis limitaciones, componer la melodía más tierna, pero después comprendí que el arte no se regala.
Iba a salir corriendo a tu alcance pero ya estabas volando. Veía tu espalda a lo lejos y lamentaba lo que no entendía. 
Podía enviarte cartas y todas mis disculpas que no eran, y sin embargo solo éramos una caja de desechos y coas descartables. No se podía ser lo que no se era. No se podía ser lo que solo era un sueño de canción. 
Creía en meterme bajo la tierra, arrastrarme en tus instintos, despertar tu compasión, maravillar tu sonrisa y tu timidez, recorrer cada lunar de tu piel, pero ya no tenía sentido.
No tenía sentido cada instante ni cada movimiento. No tenían sentido las razones y los silencios, el fracaso arrogante y un destino agobiante. No tenía sentido.

domingo, 5 de junio de 2016

La carta

Dentro de 50 años vamos a volver a leer estas líneas y vamos a recordar juntos aunque sospecho que te vas a reir de mí porque siempre haces lo mismo, y después nos sentaremos a dibujar y pintar, quizás algo de música también, algo de literatura que nos perderemos y demases vicios de la vida compartida. 
Ah y no te olvides de que cocinaremos juntos, con todo el tiempo por delante, alguna de tus salsas favoritas, pero con menos condimento porque no sé si podremos comer como solemos comer en estos días. 

Así le hablaba Carlos a su compañero Oscar en una carta que le había alcanzado Sofía, amiga de ambos. Estaba fechada el 4 de septiembre de 1977. Un día después a Carlos se lo llevaron y desapareció para siempre. 

sábado, 4 de junio de 2016

Miramar

En Miramar también, más al sur, se encuentra el bosque energético. Orgullo local, nombrado como un vivero y hogar de muchas historias. Lo de energético no es marketing. Si pones una rama de manera horizontal sobre otra vertical la primera no se cae. Se mantiene. Como si una energía la hiciera hacer equilibrio. Magia, campo magnético, energía, extraterrestres, cementerio indígena, portal interdimensional, un meteorito alojado allí. Los rumores se multiplican como también los visitantes. Las ramas puestas como cruces se acumulan por el monte. La gente lo hace por diversión. O por ritual. O por curiosidad. O por mira si no lo hacemos. 
Dicen que una vez un grupo de científicos fue a investigar el fenómeno. Lo hicieron en una zona que se llama Bosque Oscuro. No pudieron determinar por qué ocurría. Dicen que una vez Albert Einstein caminó por allí.
El misterio de las ramitas no tiene explicación. Y en el fondo, la gente del lugar no quiere que la tenga. 
La luz en el bosque apenas entra. Las copas de los árboles no la deja. Solo hacia el atardecer algún rayito de sol llega a besar la turba. Y a medida que se entra en él, el sonido también parece ir apagándose, bajando el volumen. La vida se pone en silencio y las personas se sientan y respiran el aire oscuro. Están pero no están en el mundo.
Quizás ahí está la explicación a eso de energético.

Graffiti II

En la ciudad de Miramar cuando sopla el viento, lo hace en serio. Y de tanto viento vuela polvo y arena, y a veces desgasta las paredes. En una esquina cerca de la orilla, con olor a mar, con esa sensación de que todo lo rodea el mar, saqué una fotografía hacia la zona cercana al muelle. Donde quedan los escombros de algunas viejas casas y edificaciones, o eso me contó una vez una doña del lugar, letras que dicen en la pared sobreviven al beso del mar y la crueldad de la sal. 
Esperan y bailan con el canto del Atlántico.
Son testimonios de personas que anduvieron por ahí. 
Escribieron, se divirtieron. Bromearon. Quisieron dejar algo a los que vengan.
Una de esas frases dice: En Miramar y en vos fui feliz

Ali

Porque sus antepasados no fueron libres, él quiere serlo.
Porque tampoco pudieron llamarse, él eligió su nombre.
Porque lo negro dicen que es malo, a callar no lo llamen.
Porque la guerra mata inocentes, allí no lo llamen.
Porque le quitan todo, él lo recupera.
Porque lo respetan los rivales, su leyenda se agiganta.
Porque lo sigue la gente, su leyenda se profundiza.
Porque la experiencia vale oro, pelea mejor que nunca.
Porque el oro así no vale nada, arroja su medalla al agua.
Porque hay que aguantar en el ring, lucha hasta el final.
Porque flota como una mariposa, pica como una abeja.
Porque es el mejor de todos...

Ali vive en las banderas que él mismo levantó.

viernes, 3 de junio de 2016

Ni Una Menos

Por un lado o por el otro comienzan a llegar. Llegan las agrupaciones sociales. Llegan las ONSG y llegan las parroquias. Llegan los bombos. Llegan profesores y estudiantes, con cuadernos y libros en sus manos, con las mochilas llenas de sueños. Llegan mujeres de todos lados. Llegan periodistas porque no pueden no verlo. Llegan banderas políticas de todos los colores. Llegan mensajes de todas partes. Llegan trabajadores, médicos, abogados, arquitectos, ingenieros, llegan las ganas de luchar, también llegan los artistas. Llega la música. Llegan hombres que dicen ya no más. Llegan las familias y también las maestras. Llegan las fotos de las que no van a llegar porque las fueron.  Llegan las adolescentes cantando y gritando, y sus amigos varones llegan a su lado sonriendo y levantando pancartas. Llegan las madres, las hermanas, las tías, las abuelas, las novias, las compañeras de trabajo. Llega el mensaje, que llegue a más lados. Llega la gente. Llega el pueblo. Llega el reclamo, llega el ansia de libertad. Llegan las ganas de justicia. Llegan las palabras que no se decían. Llegan las voces. Llegan y llegan y llegan. Llegan y copan las calles. Llegan y copan la plaza. Llegan y se siente. Llegan y que se haga sentir. Llegan y no van a callar.
Llegan y gritan: Ni Una Menos.

Un diario

Las bombas habían arrasado la ciudad. Lo que antes era prosperidad y plazas ahora era escombros y polvo, desolación y muerte, olor a tragedia y niños huérfanos. Soplaba el viento que trae dolor y sonaban de lejos todavía las sirenas. En una casa derrumbada, víctima de un incendio, encontraron un diario. 
El diario apenas se leía. Estaba quemado. Arruinado. Destruido. Tenía hojas arrancadas. Se deshacía en las manos. Algo se podía leer. Apenas algunas líneas que habían luchado contra las cenizas.

21 de febrero:
Apenas te fuiste, te extraño. Apenas te pienso, te extraño. Apenas te deseo, te extraño. Apenas me despido, te extraño. 

23 de febrero:
El día se muere en una penumbra. ¿Por qué será que a veces creemos que se es en el otro? ¿Por qué será que nos creemos...

27 de febrero:
Muere febrero y se muere la paciencia, se mueren las flores, las abejas que se nutren del polen, las mariposas que besan los pétalos, las ganas de escribir unas tristes líneas y llamar tu atención. Tengo ganas de inventarte un nombre y llamarte a lo lejos, con un grito, para que te des vuelta sorprendida y busques con tu mirada a ese loco que te busca desde lo lejos. 

4 de marzo:
Pasan los días y me quedan tus besos.

12 de marzo:
A veces me pregunto si una hora dura siempre lo mismo. Creo que Einstein decía algo así (...) porque un minuto se traspasa con la piel pero esos segundos no quería ni mirarlos. Podía mirarte durante horas pero no podía sostener tu mirada por más de un instante. 

19 de marzo: 
Llega la medianoche y me veo en el espejo. No entiendo lo que veo. Me confundo en los quejidos que vienen de la otra habitación. Nos invade el miedo y a mí más la incertidumbre. 

27 de marzo:
Hoy salí por la ventana y grité Dónde estas bien fuerte. Me contestó un perro con hambre. Pensé en vociferar de vuelta pero ¿qué sentido tiene?

3 de abril:
Quería tocarte y no podía. Quería soñarte y me despertaba. Quería besarte y me vomitabas. Quería excitarte y me rechazabas. Te (...) botella de vino (...) besos desesperados (...) jazz (...) en la almohada nos arrancábamos.

11 de abril:
Me puse a escribir un verso que decía te quiero musa de mi música, flor compañera, amiga de la lucha. No supe como seguirlo (...) 

18 de abril: 
Hoy cuatro nenes jugaban en la calle. Se divertían, polemizaban, se peleaban, se gritaban, lloraban, se reconciliaban, volvían a jugar. Saqué mi cámara y los retraté. Me parecía una imagen hermosa. Me conmoví. Los envidié. 

25 de abril:
En el desayuno quise alcanzar un lunar en tu mejilla. Me vuelve loco. Encanta y fascina. En ese detalle está la belleza, la locura, lo todo del mundo. (...) Tomo ginebra para dibujarte y tomo champagne para volver a escuchar tus gemidos en mis oídos. 

29 de abril:
¿Para qué estamos en el mundo si no es para ponerle algo de locura? ¿Esta? me decías vos y señalabas por la ventana. 

3 de mayo:
Hoy siento que siempre es invierno. Nos fuimos a la guerra y nos acostamos. Siempre hablábamos así porque nunca entendíamos a las palabras (...) qué pecado pensar que somos máquinas que aprietan gatillos (...) qué pecado no decirnos (...) qué pecado no saber disfrutar (...)

10 de mayo:
Mayo es una mierda, siempre lo dije. Los minutos tuyos cada vez son menos. Ya no tomo porque no consigo. No tengo dinero. Solo tengo sirenas. Caminé hasta pensar (...) me angustian esos niños. Hoy solo vi tres (...) las hamacas de la plaza lloran a las diez (...) la sombra de un árbol (...) fumé hasta toser. 

16 de mayo:
No escucho nada alrededor. Tengo un zumbido que vibra conmigo en compases todo el día. Espero un rayo, un zas del cielo que me despegue de acá. Aterrizar en tu entrepierna es mi deseo (...) me pierdo en mis divagues (...) si me embriago es peor. Una vecina me retó porque (...) anda a la puta que te parió (...) no vuelvas (...) sepa disculpar (...) borracho (...) falopera.

20 de mayo:
Escuché tres horas Frank Zappa y se cortó la luz. No volvió más. No hay agua. No hay nada. Solo ruido, estruendos. Si estuvieras acá diría que te vayas. Si no estuvieras, diría que vuelvas. 

26 de mayo:
Me alimento a tabaco y latas de atún. Me grita el estómago y las articulaciones. (...) ayer soñé con una primavera en serio (...) 

29 de mayo:
Nada. Silencio. Nada. Vacío. Nada. (...) vuelve atrás (...) sonrisa de hojalata (...) te imagino, te imagino siempre (...) 

1 de junio: 
Va cayendo todo. Se cae el mundo. (...) y si alguna vez sales de imaginación y decides buscarme, lee esto por favor y piensa en mí, piensa en mí pero no lo hagas en estos escombros, piensa en mí en primavera por favor.