viernes, 5 de marzo de 2010

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas! ...
¿Adònde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.
«En el corazòn tenía
la espina de una pasiòn;
logré arrancármela un día,
ya no siento el corazòn.»

Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:
«Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazòn clavada.»



Quiero tomar un nuevo camino, una nueva ruta.

3 comentarios:

  1. El grande de los caminos,

    Dexter, amigo, acá estoy para acomparñarte en tus caminos papá

    (aclaro siempre, en los blogs me hago el intelectual)

    Abrazo.

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  2. Uy, y yo me entusiasmé pensando que teníamos un poetazo tapado entre nosotros... ¿Tas seguro que es de Machado o es para disimular...?
    ¡Bienvenido a los mares blogosféricos! Muy lindo el blog, Dexter (que etimológicamente significa "diestro", de modo que la fusión con el "Guevara" del apellido resulta interesantemente explosiva... Puede estar bueno, vamos a ver qué sale...).
    Tenemos una comunión en la foto principal del blog... Seguro que nos vamos a llevar bien. Te mando un abrazo grande, y gracias por abrir la tranquera de Dios y Ayacucho, sos siempre bienvenido.

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