Y es en las noches, en esa eterna soledad oscura, cuando el sol desaparece, cuando uno piensa en lo que vivió en el día, en lo que pasó durante las horas en que la luna durmió, en lo pensado y en lo pasado; cuando siento que tu ausencia destroza mi corazón y remueve mis entrañas mas profundas.
Perdón mi amor, sólo cuando no te tengo por un par de días, veo lo mucho que alimentas el pozo de mi alma. Sólo cuando no puedo recordar un instante vivido en el día con vos, recuerdo que realmente sin vos nada tiene sentido, nada cobra valor, nada vale la pena. Perdón mi amor, porque te lastimo, te quiebro cuando quiero hacerme el fuerte y en realidad sos vos, y nada más que vos quien me hace ser valiente, invencible, querible, valorable, extrañable.
Las noches, en definitiva, en donde uno reconoce su debilidad, donde reconozco cuánta falta me haces cuando no te tengo, cuando extraño tu piel y tu aroma, tus besos y tus palabras.
Te pido mi amor, no me hagas olvidar lo mucho que te necesito, y no sueltes mi mano jamás.
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