lunes, 28 de marzo de 2016

Me desperté y caí en la cuenta

Hoy me desperté después de una pesadilla horrenda en la que ya no estabas,
en la que partías con el amor de tu vida que una vez más no era yo.
Te sentía deshacerte en mis dedos y en mi retina clavada la despedida del mañana,
mientras el arcoiris de dos colores se inundaba de la miel más amarga y
como pensando que volverías me congelaba en la eternidad como hielo de crudo invierno.
En realidad no eras más que un recuerdo dentro de otro, del cobarde más cobarde
que no pudo despedirse por miedo a no encontrarte y que ya lo hubieses hecho antes.
Pero me encontré lleno de puñales de chocolate en el pecho, estupefacto y con calambres,
quizás de tanto caminar entre nubes de dudas, coloreadas con tus cejas,
perfumantes pinceles que un Dalí te envidió aunque ese lienzo solo sea yo.
No estabas en la noche de ese mar, sin estrellas y con bruma, sin olas ni marea,
con hambre y mucha sal, y yo gritaba en ese sueño aunque mi voz no salía,
no se escuchaba en el infinito, era el mudo de un infierno que nadie veía,
y caí en la cuenta que no era verdad ni real pero deseaba que sí lo fuera,
así por lo menos eras mi brújula, a la nada, pero mi brújula al fin.
Y desperté y abrí los ojos, y bostecé y estiré mis brazos, con el vacío más grande del mundo
a mi derecha y una mueca en mi mejilla por la rutina que no se achica,
y digo: ¡Qué rima de porquería!, no te tengo y me siento copa de cristal cayendo
a toda velocidad por el costado de un acantilado hacia las rocas del fondo.
Quise ahogarme en las sábanas, enredarme con la almohada y encontrarte nuevamente,
pero si pudiera elegir ésta vez serías pura luz, blanca ángel compañía, con tus manos
imperfectas y generosas, compañera luchadora, mil sabores en la boca,
después de cada beso, para sentir que flotaba y volver sonriendo,
mas no se eligen ya los sueños, no juguemos como niños.
No elijo donde encontrarte, quisiera elegir encontrarnos,
el problema es solo mío, no saber reemplazarte, ni siquiera poder tocarte.
Sin embargo me pregunto: Si eligieras esta noche, ¿Soñaría usted conmigo?

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