Hay una tarde,
se muere en silencio,
y ya unos diez años
se marcharon para siempre.
Hay una noche,
que te aplaude otra vez
por tus dolores, tu ser
envuelto en la soledad.
Hay un amanecer
y me alegro por tí
lo fuiste a buscar
y no volviste otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Acompaña mi camino