miércoles, 8 de junio de 2016

El tipo que no entendía nada

Hoy pensé en levantar el tubo y llamarte pero me estaba olvidando que tu teléfono conmigo anda mal.
Pensé en llamarte a los gritos, desesperado pero cuando no se puede, no se entra en los oídos.
Pensaba también en dedicarte una canción, escribirte los versos más lindos que pudieran salir de mis limitaciones, componer la melodía más tierna, pero después comprendí que el arte no se regala.
Iba a salir corriendo a tu alcance pero ya estabas volando. Veía tu espalda a lo lejos y lamentaba lo que no entendía. 
Podía enviarte cartas y todas mis disculpas que no eran, y sin embargo solo éramos una caja de desechos y coas descartables. No se podía ser lo que no se era. No se podía ser lo que solo era un sueño de canción. 
Creía en meterme bajo la tierra, arrastrarme en tus instintos, despertar tu compasión, maravillar tu sonrisa y tu timidez, recorrer cada lunar de tu piel, pero ya no tenía sentido.
No tenía sentido cada instante ni cada movimiento. No tenían sentido las razones y los silencios, el fracaso arrogante y un destino agobiante. No tenía sentido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Acompaña mi camino