Pinto la agonía de la tarde,
desespero mirando los cielos,
busco el logo de Batman
o una luz de color violeta.
Quizás un grito perdido,
un eco conocido a lo lejos,
algo que me suene familiar
y me haga arrancar hacia allá.
Una llamada perdida,
una foto en un cajón,
un regalo con olor a pasado
o una carta con palabras borradas.
Miro, busco, toco, llamo,
el todo es tan enorme
y hay tanto para decir
aunque todo es relativo.
Las excusas no me salen,
las palabras escapan,
como su espalda a la mañana,
el tiempo es el que pasa.
En estas letras puede estar,
mi pulso se pone de atar,
ya no escucho el silencio,
me pierdo clamando sintonía.
Uno de estos días me animo
y salgo a cantar,
en una plaza andará leyendo
o en el tren rumbo a Retiro.
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