No hay quien lo dude,
se llora se admira,
aquellos los días
no dejan espinas.
Entonces los mira,
aquel se despide
revive la vida
memoria bandida.
Sujeto de ida,
muchacho de día,
un rumbo camina
después otras vías.
Galopa la sangre
que nunca se acaba
no es seca ni fría:
tampoco respira.
Es parte del alma
la manta que calma,
ya nunca se acaban
toditas sus mañas.
martes, 11 de diciembre de 2018
Funeral I
Puchos en la pared,
margarita marchita,
la arena del tiempo,
contempla el pasar,
angustian las penas
que deben llorar
sus viudas despiertas
no pueden fallar.
La sangre revela,
en fiesta, la alquimia,
no dudan las moscas
pasando me avisan,
venganza dañina,
justicia divina,
se viene la lluvia
se marcha la vida.
margarita marchita,
la arena del tiempo,
contempla el pasar,
angustian las penas
que deben llorar
sus viudas despiertas
no pueden fallar.
La sangre revela,
en fiesta, la alquimia,
no dudan las moscas
pasando me avisan,
venganza dañina,
justicia divina,
se viene la lluvia
se marcha la vida.
sábado, 8 de diciembre de 2018
Fue una iglesia hace cuatro décadas,
un Judas de los setenta,
unas madres de dolor
y la noche más oscura en la ciudad más oscura.
Mártires que quisieron olvidar,
rostros que intentaron borrar,
uniformes y un ángel negro
apagándose con ellos el silencio.
Y fue luego lucha, pañuelo y rebeldía
para con aquellos que no debían olvidar,
30 mil y cuántas veces más,
como en la Santa Cruz, un fuego de nunca acabar.
un Judas de los setenta,
unas madres de dolor
y la noche más oscura en la ciudad más oscura.
Mártires que quisieron olvidar,
rostros que intentaron borrar,
uniformes y un ángel negro
apagándose con ellos el silencio.
Y fue luego lucha, pañuelo y rebeldía
para con aquellos que no debían olvidar,
30 mil y cuántas veces más,
como en la Santa Cruz, un fuego de nunca acabar.
Vida misma
La querés agarrar de la mano,
y se te escapa.
Volves a perseguirla,
pero otra vez se escapa.
Cuando se acelera,
ella vuela.
Cuando se vuela,
ella baila como la luz.
Pero siempre la ves,
nunca la podés dominar.
Siempre está ahí,
y a la vez siempre corre.
No se mueve,
no se detiene.
Es un poco de arena entre los dedos.
Es agua que cae en gotas.
Una brisa de febrero que apenas se disfruta,
un día de una mariposa.
Sabe escurrirse porque sabe decirse
que ya le dijiste que siempre la quisiste.
jueves, 22 de noviembre de 2018
La despedida
Y te aplasté
con tantas ganas
te aplasté,
te estrujé
contra el piso
con mi rencor,
mi orgullo
toda mi forma de ser
y unas cuantas cartas
que todavía guardaba.
Te sentí explotar,
bajo mi piel,
juro que te lloré
oh dios cuánto lloré,
por rabia
por rechazo
por el grito del alma
y por todo el asco.
Te despedí
cuando crujiste
en las tripas
y en los recuerdos,
íntimos y cortos,
negros y blancos,
llenos de basura,
de tanta mierda,
mierda cómo te
gustaba la mierda.
Y disfruté,
me alegré
por tu cabeza
poder explotar,
por saber dejarte atrás,
a pesar, lo se,
de algún recuerdo
vivito en mi suela,
todavía arrastrar.
Y canté,
aliviado canté,
cual Cortázar
y un poema que una vez leí,
o tal vez estaba leyendo
cuando apareciste,
volando
o arrastrándote
ya no recuerdo
pero apareciste
y cambiaste todo,
mi presente y mi voz,
tú
maldita cucaracha.
con tantas ganas
te aplasté,
te estrujé
contra el piso
con mi rencor,
mi orgullo
toda mi forma de ser
y unas cuantas cartas
que todavía guardaba.
Te sentí explotar,
bajo mi piel,
juro que te lloré
oh dios cuánto lloré,
por rabia
por rechazo
por el grito del alma
y por todo el asco.
Te despedí
cuando crujiste
en las tripas
y en los recuerdos,
íntimos y cortos,
negros y blancos,
llenos de basura,
de tanta mierda,
mierda cómo te
gustaba la mierda.
Y disfruté,
me alegré
por tu cabeza
poder explotar,
por saber dejarte atrás,
a pesar, lo se,
de algún recuerdo
vivito en mi suela,
todavía arrastrar.
Y canté,
aliviado canté,
cual Cortázar
y un poema que una vez leí,
o tal vez estaba leyendo
cuando apareciste,
volando
o arrastrándote
ya no recuerdo
pero apareciste
y cambiaste todo,
mi presente y mi voz,
tú
maldita cucaracha.
martes, 20 de noviembre de 2018
Arena
Fueron unos años hermosos:
nos amamos, nos besamos,
nos soñamos
y nos hicimos puré en la cama.
Cuando pensamos en repetir
nos dimos cuenta
una y otra vez
que la arena había besado el fin.
nos amamos, nos besamos,
nos soñamos
y nos hicimos puré en la cama.
Cuando pensamos en repetir
nos dimos cuenta
una y otra vez
que la arena había besado el fin.
domingo, 18 de noviembre de 2018
Le dicen ahijada y
no sé que significa.
Le dicen padrino
y me parece muy grande.
Caminar a la par,
no acelerar,
no saltar por dos,
esperar,
ser paciente,
tomar mate,
escuchar,
cambiar la yerba
y volver a escuchar.
Debe ser algo así,
esta vez sí.
Artesano del diálogo,
cosechero de la elección,
cuánta emoción
brinda en esa estación.
Hay que poner la pava
porque ya se viene ella,
hay que hacerlo bien:
Padrino no es cualquier cosa.
no sé que significa.
Le dicen padrino
y me parece muy grande.
Caminar a la par,
no acelerar,
no saltar por dos,
esperar,
ser paciente,
tomar mate,
escuchar,
cambiar la yerba
y volver a escuchar.
Debe ser algo así,
esta vez sí.
Artesano del diálogo,
cosechero de la elección,
cuánta emoción
brinda en esa estación.
Hay que poner la pava
porque ya se viene ella,
hay que hacerlo bien:
Padrino no es cualquier cosa.
miércoles, 17 de octubre de 2018
Nunca me olvido
Todavía veo a los giles,
me los cruzo en la calle
cada tanto, de vez en cuando
me saludan y me miran.
Me tiran un chiste,
ofrecen cigarros
pero yo los aplaudo
con pena y con risa.
Causan rechazo pero
nada más, nada menos
que sigan como vienen
yo solo recuerdo:
Cuando subieron al templo,
barajando destinos,
alimentando sus egos,
mientras sobaban al cuervo.
Yo siempre recuerdo,
yo nunca me olvido,
porque tengo vida y
claro tengo amigos.
Amigos compañeros,
amigas de la lucha,
que no te abandonan,
nunca dan por muerto.
A los giles me los cruzo,
todavía los escucho,
que se dicen entre ellos
por qué somos amigos.
Y les huelo la rabia,
acá siempre humilde,
no entienden qué pasa,
reivindicar no saben.
Yo a veces los miro,
el tiempo ha pasado,
siquiera les tengo cariño
porque nunca me olvido.
me los cruzo en la calle
cada tanto, de vez en cuando
me saludan y me miran.
Me tiran un chiste,
ofrecen cigarros
pero yo los aplaudo
con pena y con risa.
Causan rechazo pero
nada más, nada menos
que sigan como vienen
yo solo recuerdo:
Cuando subieron al templo,
barajando destinos,
alimentando sus egos,
mientras sobaban al cuervo.
Yo siempre recuerdo,
yo nunca me olvido,
porque tengo vida y
claro tengo amigos.
Amigos compañeros,
amigas de la lucha,
que no te abandonan,
nunca dan por muerto.
A los giles me los cruzo,
todavía los escucho,
que se dicen entre ellos
por qué somos amigos.
Y les huelo la rabia,
acá siempre humilde,
no entienden qué pasa,
reivindicar no saben.
Yo a veces los miro,
el tiempo ha pasado,
siquiera les tengo cariño
porque nunca me olvido.
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