sábado, 8 de diciembre de 2018

Al balcón se asomó,
mirada perdida,
la joven Camila
no oyó el fondo.
Abrió sus brazos,
quizás sus alas,
vestida de blanco
solo podía volar.
Ni manteles,
ni cordeles,
ni todas las rosas
de otro Romeo.

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