Madre de las batallas,
de las canciones y los budines caseros,
del buen trato y el respeto mutuo,
de los corazones alegrados,
de la gente emocionada,
de los buenos días,
del mate amargo como manda el abuelo,
del silencio después de la cena,
de las aventuras de otros tiempos,
de las manos del trabajo,
de los pies de la lucha,
de la justicia en el hogar,
de la esperanza como motor,
de los deseos y sueños, y ganas y dolores,
de todas las noches un buenas noches,
de un saludo a toda hora,
de los días que se perdieron,
de la paciencia que perdona,
de las ganas de mirarte y abrazarte,
madre de todo lo que soy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Acompaña mi camino